miércoles, 16 de enero de 2013

¿NO TENGO TIEMPO?

Muchos se quejan de no tener tiempo para hacer actividad física, y utilizan ascensores en lugar de subir por la escalera; hacen dos cuadras en coche, en lugar de caminarlas (y pierden tiempo buscando dónde dejar el coche)...; esperan a sus hijos una hora fuera de la pileta, en vez de aprovechar ese tiempo para caminar, nadar o jugar en el agua con ellos; llevan las bolsas de compras en un carro, en lugar de cargarlas a mano…

Otros argumentan que no tienen tiempo para practicar meditación o estar en silencio, pero jamás apagan la radio o el televisor, incluso cuando no están prestándoles atención; y cuando están solos, no aprovechan ese instante de calma sino que corren a llamar a alguien, ponen música o huyen de la casa.

La vida nos ofrece oportunidades todo el tiempo. Pero estamos distraídos, y con frecuencia no las vemos. O bien declaramos querer situaciones que en realidad no deseamos. La contradicción entre lo que supuestamente queremos, y lo que finalmente hacemos, es una fuente constante de aprendizaje: nos permite analizar si estamos comprometidos con lo que deseamos para nuestra vida, y ver en qué gastamos o malgastamos el tiempo y los recursos de toda índole.

En lugar de decir “no tengo tiempo”, quizá podríamos empezar por decir “le dedico el tiempo a otra actividad”, y analizar si ese uso del tiempo está alineado con nuestros propósitos. Al fin de cuentas, si queremos tener coherencia entre lo que decimos y hacemos, debemos empezar por ser sinceros con nosotros mismos…


Jorge Guasp
Imagen: fondosya.com

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